Uno de cada tres hombres padece de la próstata por lo menos en un momento de su vida. Sin lugar a dudas tener un problema en esta glándulaconstituye una de sus principales preocupaciones, dadas las molestias y peligros que acarrea para su salud. Felizmente crece la confianza en los remedios naturales que alivian o previenen los síntomas. Tal es el caso del polen.
PROSTATITIS
Una de las afecciones más recurrentes en los varones es la prostatitis, una inflamación de la próstata que suele manifestarse en forma de dolor en el área genital y zonas aledañas. Existen cuatro clases de prostatitis, tres de las cuales son causadas por bacterias. Aún así en la mayoría de los casos, se desconocen las causas exactas que la provocan. Generalmente se produce como consecuencia de infecciones de la uretra no curadas o mal curadas. Algunas ocasiones, gérmenes y microbios llegan a la glándula prostática por vía sanguínea. En general se produce en adultos jóvenes. Sus síntomas, en la fase aguda, consisten en dolores, secreciones blancoamarillentas de la uretra, retención de la orina y fiebre; la consistencia de la próstata endurece, aumenta de tamaño y pierde movilidad. Cuando la enfermedad avanza, los síntomas, aunque persisten, disminuyen en intensidad. El masaje prostático (que no debe hacerse nunca en la fase aguda) deja ver una abundante secreción por el meato uretral, rica en bacterias y leucocitos. Contra esta enfermedad la alopatía emplea un tratamiento a base de antibióticos que dura unos diez días aproximadamente.
Los miembros del género masculino, con los años, comienzan a sufrir problemas de las próstata, sobre todo a consecuencia del crecimiento anormal de esta glándula.
LA HPB
Otro problema frecuente, que afecta a un 60% de los varones de edades comprendidas entre los 40 y los 59 años, es la hiperplasia prostática benigna o HPB. Consiste, como la prostatitis, en un aumento en el tamaño de la glándula prostática que produce un bloqueo en el conducto urinario (por lo que hay retención de la orina). Esta afección parece darse en relación con los años y el consiguiente aumento en el nivel de una hormona sexual masculina de nombre a dihidrotestosterona.
HIPERTROFIA PROSTÁTICA.
Conocida clínicamente como “adenomioma de la próstata”, es una transformación de la glándula, en la que sus componentes, tanto de tipo glandular como muscular, comienzan a proliferar. Sobre todo en la parte situada entre la mucosa uretral y el esfínter liso. Los hombres mayores de 55 años son los más propensos a padecerla. Las causas parecen ser de tipo hormonal : en la edad senil los andrógenos disminuyen y los estrógenos aumentan, actuando sobre la glándula; así la próstata adquiere el tamaño de una naranja, comprimiendo, alargando y deformando la uretra y bloqueando la vejiga. Sus síntomas son la dificultad para orinar y las emisiones nocturnas, luego se da la retención de la orina, la inflamación de la vejiga, y la imposibilidad de llevar a cabo normalmente dicha necesidad con escurrimiento al final.
La próstata es una glándula del aparato urogenital masculino situada debajo de la vejiga, en la zona retropubiana. Se encuentra atravesada por la uretra y los conductos eyaculadores , tiene la forma de una nuez o de una castaña aplanada. Su dimensión varía normalmente entre los 3.5 cm de longitud y los 4 de ancho, está ubicada de modo tal que rodea una porción de la uretra. Su función es muy específica: segrega una mezcla de fluidos enzimáticos que ayudan a mantener el esperma sano para que así el hombre pueda tomar parte activa en el acto de la fecundación, vital para la existencia humana. No obstante, los miembros del género masculino, con los años, comienzan a sufrir problemas de la próstata, sobre todo a consecuencia del crecimiento anormal de esta glándula.
La próstata secreta sustancias en el semen cuando éste va pasando por los conductos que lo llevan a las vesículas seminales hasta llegar a la uretra.
Estudios recientes han demostrado la eficacia del polen en el tratamiento de padecimientos prostáticos.
CÁNCER
Tan sólo de oír lo anterior muchos hombres palidecen, pero al pronunciarse “cáncer” el miedo los invade enteramente. Hay casos en los que sólo puede detectarse a través de exámenes específicos, pues no aparecen síntomas. Algunos hombres han logrado tratarlo sin cirugía en su etapa inicial. Entre los síntomas que presentan están las dificultades para orinar, la necesidad de ir al baño con frecuencia-en especial por las noches-,goteo de la orina aun después de haber terminado, presencia de sangre, dolor en la parte baja de la columna vertebral y dolor en la parte alta de los muslos y cerca de la ingle. Se combate mediante la extirpación de la próstata y los tejidos cercanos, terapias de radiación, medicamentos antihormonales que bloquean la acción de la testosterona, o bien la combinación de todos ellos. No obstante, los especialistas consideran que la detección temprana del mal mediante chequeos regulares, el diagnóstico seguro y la atención rápida son las únicas armas que se tienen para disminuir las muertes por cáncer de la próstata en los varones de edad madura.
Un estudio germano-sueco presentó datos concluyentes en cuanto a la efectividad del polen frente a los padecimientos de la próstata. Fue realizado por los urólogos ALKEN, JONSON y ROL quienes hicieron observaciones en 172 varones con prostatitis. A algunos se les administró polen por un lapso considerable. Gran parte mostró alivio y quienes siguieron utilizándolo no mostraron recaídas. Con ello se vio que la prostatitis se puede tratar con dosis frecuentes de polen. Otros médicos naturistas lo recomiendan como reconstituyente y preventivo y anotan que podría evitar que muchos varones lleguen a la cirugía. Asimismo, sugieren que se tome todos los días.
La próstata pesa solo unos pocos gramos en el momento del nacimiento. Su aumento de tamaño comienza en la pubertad y cesa a la edad 20 años, cuando alcanza un peso de aproximadamente 20 gramos. En la mayoría de los hombres, próstata comienza a agrandarse todavía más después de los 50 años de edad.
“El uso de polen en enfermedades prostáticas ha reportado resultados estimulantes, sobre todo en las primeras fases del desarrollo patológico.”
PROPIEDADES GENERALES DEL POLEN
Las propiedades de este polvo son abundantes. Contiene cernitina, con la cual se forma un extracto usado para combatir enfermedades como la gripe, el sarampión y los trastornos urinarios; la anemia en los infantes y el estreñimiento crónico en los adultos son otras de las afecciones que ayuda a solucionar. Asimismo, actúa como regulador de las funciones orgánicas, ataca la diarrea, ayuda a desintoxicar y, por si fuera poco, fortalece los vasos sanguíneos y se recomienda para tratar la neurastenia, la depresión, el insomnio, la pérdida de memoria y la fatiga ocular. Una de sus cualidades más interesantes es la de ser un antibiótico natural muy eficiente, por lo que puede usarse como complemento especial en caso de enfermedad o infecciones, o bien como ingrediente común de la dieta diaria.
LA PRÓSTATA Y EL POLÉN
De acuerdo con los estudios que Jonssen y sus compañeros obtuvieron con hombres a los que se les administró constantes dosis de polen, se observó la manera en que los padecimientos prostáticos cedían frente a su acción, viéndose en él un eficaz coadyuvante par el tratamiento de dichas afecciones.
El uso del polen en enfermedades prostáticas, según informan los especialistas, ha reportado resultados estimulantes sobre todo en las primeras fases del desarrollo patológico. Su utilización está muy bien establecida en los casos de prostatitis.
Hace unos años el Dr. Ask-Upmark trató 12 casos de prostatitis con polen Cernelle (que se obtiene de plantas cultivadas por el hombre con polen especialmente bueno cosechado por un aspirador gigante), mediante una dosis de cinco tabletas diarias como primer alimento matutino: sólo en dos casos tuvo malos resultados, pero las mejorías en los otros 10 fueron muy favorables.
En las investigaciones de Jonson, Alken y Rol, antes mencionadas, se descubrió que la preparación de polen produjo alivio en una cantidad no menor al 44% de los 172 varones estudiados. Uno de esos pacientes es un buen ejemplo de los efectos a largo plazo del polen, pues aun cuando los médicos lo dieron de alta él recordó que tuvo una recaída al no tomar sus tabletas unos días, así que prefirió seguir tomándolas, durante unos nueve años, sin presentar efectos colaterales negativos en ningún momento.
Un caso realmente excepcional fue el de un hombre de 75 años con graves problemas prostáticos, quien tomó tabletas de polen por dos días, al tercer día descubrió, en el hospital donde le realizaban un estudio, que sus problemas habían desaparecido, ya que las radiografías que ahí le tomaron no mostraron rastro alguno de la enfermedad, sus síntomas se fueron sin dejar huella, por lo cual no hubo necesidad de operar.
Cuando se presenten problemas prostáticos, no se preocupe, aún hay esperanzas para convertirse en una estadísticas más, gracias a nuevos métodos de detección de las enfermedades de esta glándula y, sobre todo, a los medios para evitarla, con una vida y una alimentación sanas; además existe el polen, un gran aliado para ello, el vual, quizá en un futuro no muy lejano podrá ser estudiado mejor y luego convertirse en una cura invaluable para los varones.
FICHA DEL POLVO AMARILLO
El nombre de esta sustancia viene del griego «pale». En esta cultura se apreciaba porque propaga la vida de plantas y animales: sin polen no hay semillas y sin ellas ni árboles ni flores ni frutos. Su uso en la medicina y en la alimentación se remonta también a los tiempos de la antigua China. En la actualidad se sabe que no existen riesgos en su camino, lo cual ha sido dado a conocer en el mundo entero.
El polen es un polvo diminuto muy fino de color amarillo, extraído de las flores por las abejas obreras . Es el energetizante más conocido, alimento y elemento terapéutico de tipo natural de gran potencia. Entre los elementos que lo conforman están las vitaminas A, B, C, D, E y K, minerales, carbohidratos, lecitina y aminoácidos; potasio, magnesio, silicio, fósforo,enzimas y caroteno.
Revista: Naturismo, sección: Dossier. Texto: Rosalba Villalvazo Alvarado.